generación co-ca

Posted by: Javier Pérez de Albéniz on: martes, 16 febrero, 2010

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En los últimos dos años, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha cerrado 50 bares de la capital por asuntos relacionados con drogas. “Cerrados por fumar (porros)”, titulaba ayer El Mundo a cinco columnas. No sería de extrañar que, tras una dura jornada de trabajo, el Consejero de Justicia e Interior y el director general de Seguridad madrileños que han chapado esos garitos lleguen a sus casas, se calcen el batín y las pantuflas, se preparen un coñac, se metan unas pirulas para dormir y se pongan a ver la televisión dispuestos a disfrutar de “Generación Ni-Ni” (La Sexta), el espacio en que ocho jóvenes asociales conviven en una casa para seguir lo que se supone es un programa de reeducación terapéutica. Un momento de relax para los cuerpos de seguridad, que en todos los trabajos se fuma. 

Se fuma incluso porros. La Sexta anunció a bombo y platillo que habían pillado a los chavales Ni-Ni fumando hachís. En Público se podía leer el avance del programa de esa noche: “sorprenden a los jóvenes Ni-Ni” fumando porros”. Así las cosas, me senté frente al televisor a las 22.15 dispuesto a contemplar la entrada de los GEO en la casa de los Ni-Ni. “Si cierran bares en los que se fuman porros, qué no harán con una televisión que ven miles de personas”, pensé. Pero allí no pasó nada: siguieron fumaron porros, como vienen haciendo desde el primer día. ¿Reeducación? La televisión actual no parece el lugar adecuado para educar a nadie. Yo en todo caso hablaría de apología del consumo.

La hipocresía es ley en la sociedad actual, pero en el mundo de la televisión, más. Por eso voy a tomarme la libertad de lanzar la idea de un nuevo programa, que dejo a disposición de las cadenas con espíritu innovador: “Generación Co-Ca”. La estructura es muy similar a la de “Generación Ni-Ni”, sólo que se sustituiría a los jóvenes y vagos porreros por exitosos ejecutivos de televisión cocainómanos. Ya lo estoy viendo: una mansión en Puerta Hierro, los ejecutivos llegan en cochazos de lujo, reciben la visita de modelos y actores famosos, organizan fiestas con prostitutas de lujo, devoran un catering servido por Ferrán Adriá y, en plena juerga,  se meten una rayas como las del Vicente Calderón. ¡El éxito está garantizado! ¡Los audímetros reventarían, las audiencias alcanzarían cotas insospechadas!

Me parece muy bien que los creativos de la tele quieran producir y emitir programas con gente drogándose. Pero ¿por qué van tan lejos a buscarla? Miren sus narices, o abran los despachos que tienen al lado del suyo. No utilicen a adolescentes en apuros para levantar audiencias. No justifiquen su miseria moral alegando “reeducación terapéutica”. ¡Utilícense a sí mismos! ¡Muéstrenos sus cerebros carcomidos por el perico! ¡Preséntenos a sus padres, esos que piensan que su hijo es un triunfador y no un drogadicto!

“Generación Co-Ca”, no lo duden. Tengo hasta la música para la cabecera: “Drogas duras llenan sepulturas”, de Ilegales.

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Un motivo para No ver la televisión

Eric Bibb

Cd: Broker´s Guitar.

Eric Bibb, hijo del cantante folk Leon Bibb, es un veterano bluesman acústico que ha construido su carrera sobre las raíces. Desde Nuevo York viajó hasta al turbulento delta del Mississippi, hizo el habitual pacto con el diablo (que a estas alturas espera a los guitarristas en el cruce de caminos acompañado de un notario), y regresó a los deslumbrantes escenarios de Manhattan. Despues de algunos altibajos, y concesiones a la galería y las listas de éxitos, sigue sorprendiendo con discos delicados, sobrios y auténticos. “Broker´s Guitar” hace el número 20 de su carrera, pero suena como el primero: una guitarra acústica que se arrastra y una voz que parte en su búsqueda.