El descodificador

Archive for junio 29th, 2010

El Ministerio de Industria no sancionará a Intereconomía por los insultos del tertuliano Eduardo García Serrano a la Consejera de Salud de la Generalitat Marina Geli. Recuerden que Serrano llamó a la consejera “zorra repugnante”, “puerca” y “guarra”, entre otras lindezas. En Industria aseguran que se trata de un “hecho aislado”, que no contraviene la Ley Audiovisual y que «no fomenta con carácter general el desprecio a la persona por motivos de opinión o cualquier otra circunstancia personal o social». Por lo tanto no abrirá proceso sancionador.


Todo parece indicar que para Miguel Sebastián. responsable de Industria, llamar “zorra repugnante” a una mujer en un programa de televisión, ante miles de espectadores, “no fomenta con carácter general el desprecio a la persona”. Quizá en determinados círculos políticos el término “zorra repugnante” fomente la comunicación, las relaciones e incluso el aprecio, y deba entenderse como un adjetivo cariñoso. ¿Qué ministro no ha llamado “zorra repugnante” a su madre o a su mujer, por ponerles un ejemplo? A estas alturas ya deberíamos saber que Sebastián tiene un curioso concepto de la mujer: recuerden que en un debate con Gallardón en TVE el socialista esgrimió, provocando uno de los momentos más sórdidos y repugnantes de la política española, la fotografía de una abogada supuestamente relacionada con el alcalde de Madrid.

Esto le ha retratado como persona”, dijo Gallardón ante la bajeza de su rival. No contento con aquel «retrato», Sebastián sigue trabajando su imagen. La resolución de este tema, impunidad para insultar en televisión, incrementa su leyenda, tan sucia como la pantalla de esas televisiones incapaces de sintonizar la tdt.


Están leyendo un texto de un hombre que, por motivos profesionales, ha tenido que ver Telecinco, Telemadrid, Intereconomía y hasta Veo 7. Pues bien, cuando creía que ya lo había padecido todo en lo que a cadenas de televisión cutres se refiere, aterrizo en Anchorage e intento ver algún partido de fútbol. Primero debo reconocer que la llegada a la ciudad parece diseñada para que un madrileño se sienta como en casa. Por el lado izquierdo del avión, una escombrera. Justo antes de tomar tierra, grandes zanjas con maquinaria pesada que trabaja entre nubes de polvo. En el trayecto desde el aeropuerto al centro de la ciudad hay pequeñas grúas, aceras levantadas, obreros con cascos y mono…

En la televisión, imagino que para mantener el nivel, localizo la que me parece peor cadena del planeta (sobre todo si pretendes ponerte al día del Mundial de fútbol): Fox Soccer. Una televisión dedicada por completo al Mundial que no tiene imágenes del Mundial. Ni una sola imagen de los partidos. En el colmo del absurdo, un presentador y tres ex futbolistas hablan durante horas, sentados alrededor de una mesa, sobre los resultados, los equipos, los jugadores… Y para ilustrar esos análisis emiten ¡fotografías cedidas por una agencia! Ni un gol, ni una jugada, nada de acción. Sólo imágenes fijas con los cuatro individuos ya citados, conexiones telefónicas con un par de corresponsales en Sudáfrica y mucha, muchísima publicidad.

El caso contrario sería un sueño: imágenes de los partidos sin comentarios, con sonido ambiente. Pero lo de Fox no tiene nombre. Nunca una televisión fue tan decepcionante, jamás se dedicó a un acontecimiento deportivo de gran nivel menos esfuerzo económico, humano y visual. ¡Quién hubiera podido imaginar que echaría de menos a JJ Santos, Carbonero y compañía, con sus imágenes en movimiento, sus repeticiones, sus cámaras lentas!

Apago la tele y salgo a la calle. Dicen que desde algunos lugares de Anchorage se puede ver el McKinley…



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